¿Un Café? - Parte I

Tal y como prometí, me permito presentarles al primer escritor serio de este blog!!

El primer escritor creativo, culto, espontáneo y con una visión y expresión digna de los más grandes. (Como todo escritor serio, no debe desvelar su identidad en este blog..al no ser… que el sr. X se descubra… ¿Sr. X está usted por aquí?).

En su primer artículo ha querido reflejar un hecho que a todos o casi todos nos acompaña a lo largo de nuestra vida, desde su peculiar punto de vista y con su particular sentido del humor, disfrutad con este CAFÉ."

¿Un café? - 1º Parte

A veces pienso que para saber el nivel de desarrollo un pueblo, una ciudad o un país solo haría falta ver cuanto café consumen, otras pienso que simplemente pienso tonterías.

Infusión de semillas tostadas y molidas procedentes del cafeto, es decir, un café y nada más que un café pero también nada menos. Seguro que todos hemos tomado café muchas veces, pero si echamos la vista atrás veremos una evolución. Cuando somos pequeños el café es algo casi mágico, vemos a nuestros padres, tios, abuelos que después de una comida se sirven una tacita de café que, por alguna razón que no llegamos a comprender entonces, nuestros padres no nos dejan tomar, haciendo uso de frases como: "No, que luego los que te tenemos que aguantar somos nosotros" o "No, que luego no hay quien te meta en la cama". Desde aquí quisiera decirle a esos padres: Eso no hará que dejemos de pedirlo, al contrario. Una opción sería que nos lo hubieseis dejado probar tal cual sale de la cafetera, amargo y fuerte, seguro que la mayoría de niños no volverían a preguntar.

Pero conforme vamos creciendo la cosa cambia, de pronto llega un fin de semana y nos ofrecen una tacita de café. Normalmente las primeras veces siempre con un poco de leche y una cantidad de azúcar que depende de cada uno, pero suele ser bastante. Quizá no le encontramos nada extraordinario, ni nos gusta demasiado, pero ya sientes que has crecido y ya no hay diferencias en la sobremesa. A partir de aquí, coincidiendo con la entrada en el instituto, esporádicamente tomas algún café con los amigos y amigas, y aunque nunca lo había visto así, institivamente puede ser una manera de actuar con la que socialmente demostramos que estamos cambiando, que ya no somos niños, que ahora tomamos café. Preguntaros a vosotr@s mismos, cuándo fue la primera vez que quedásteis para tomar un café? yo la verdad es que no lo recuerdo, aunque me encataría recordarlo.

A partir de ese momento pueden ocurrir dos cosas, la primera y que haría del resto de mi divagar un sinsentido, es que no os guste para nada el café y no lo toméis; la segunda es que el ritual del café se vaya afianzando y entonces es cuando la evolución del café es patente y sus usos, múltiples. Haré ver que la segunda es la más normal y sigo metiéndoos el tostón un rato.

Si sois de los que fuisteis al instituto y porteriormente hicísteis la selectividad y entrásteis a la universidad, como es mi caso, quizá os suene todo lo que voy a contar.

Pues bien, durante la época de instituto normalmente lo que hacemos es conocer el café, como nos afecta, si nos gusta más solo, cortado, con leche, en capuccino, un terrón o dos... algunos tres, o incluso descafeinado y de sobre (¿quizá con sacarina?). La verdad es que hay mucha variedad... pero como iba diciendo sirve para que el café se dé a conocer. Descubrimos que lo que se dice de él es cierto, nos despierta y nos activa y como la mayoría somos de la ley del mínimo esfuerzo y nos dejamos la lección para el día antes del examen, pues o bien para aguantar más por la noche, bien para madrugar y estar más despiertos, nos tomamos algún que otro café para estudiar las últimas horas. Qué decir de los exámenes de selectividad, quizá esos exámenes donde eso que se dice de que el café aumenta los nervios hace que no lo tomemos antes, pero al salir de un día con 2 ó 3 exámenes nos vamos al bar en manada y se escucha aquello de: "3 cortados, 2 con leche y 1 solo con hielo, marchando!".

To be continued

Creado y escrito por: Sr. Pink Floyd