El Imaginario de MJ

Cuando abrí los ojos estaba en mitad de un puente, un puente largísimo, sin fin, unía dos islas, a la derecha, una resplandecía, luminosa, limpia. Se escuchaba el sonido de los pájaros y un riachuelo cercano… brillaba el sol.

Al otro lado, en el extremo izquierdo, la isla era gris, con una densa niebla sobre volándola, nublosa, apesadumbrada, se oían gritos, quejas, pitidos de coche, el ir y venir de una gran ciudad..

Caminé hacia la derecha. Después de 3 días con sus 3 noches intentando mantener el equilibrio y como si de un trapecista se tratara, cruce el puente sinuoso y llegué a mi destino.

La isla era como había imaginado desde que la vi. Estaba cubierta por una densa y verde hierba, con flores de colores por doquier, tulipanes, amapolas, margaritas, orquídeas y un rio de aguas cristalinas que parecía partir la isla en dos. Árboles de troncos inmensos y con verdes hojas que bailaban al son de la brisa. Miope de mí, me acerqué a uno de ellos al intuir desde lejos, cual extrañísimos eran sus frutos. Cuando estuve más cerca, a una distancia que mis ojos pudieron comprobar, descubrí que sus extraños frutos no eran más que -frutos “vestido”- .

Cada árbol daba un vestido diferente, con su bolso y sus zapatos a juego, y las tallas parecían crecer junto con la maduración del fruto. Árboles Channel, Dolce & Gabanna, Armani, Gucci, algunos zara y otros por colores.

Cerré la boca, que permanecía abierta de la impresión, no me lo pensé ni un segundo, arranqué un vestido y me lo probé. Una vez puesto, el tronco del árbol (un Channel) empezó a girar sobre sí mismo y me mostró un fantástico espejo de cuerpo entero, al tiempo que me elevaba en una plataforma para que pudiese observarme de pies a cabeza.

El espejo tampoco era un espejo cualquiera, tenía incorporado un programa tipo “photoshop” con el que conseguía que todo el que se mirara se viese guapo, delgado, sin arrugas, sin ojeras y bien peinado. Un espejo que no deprimía, que no te mostraba la cara más dura, que no te enseñaba todos tus defectos, un espejo que te hacía sentirte bien, ser momentáneamente feliz.

En ese momento, pensé; ¡he acertado! Después de todo el camino recorrido… tengo vestidos gratis y espejos fabulosos!

Me bajé del pedestal, dispuesta a seguir con mi camino cuando un perro marrón a-salchichado que no levantaba un palmo del suelo, corrió por la pradera a mi encuentro mientras sacaba la lengua y jadeaba del esfuerzo.

Al llegar, y como de costumbre me acerqué a jugar con el simpático animalito. Qué susto me dí cuando se irguió sobre dos patas, mientras se apoyaba con una de las delanteras en un árbol cercano. Cuando hubo recuperado el aliento, en un ademán de saludo dijo :

- “Hola, soy Globo, eres nueva por aquí, ¿verdad?”.

Me caí de culo. Me recosté contra el árbol y traté de aclarar mis ideas…

¡Qué mundo era éste! Donde los perros hablaban, los árboles vestían y los espejos mentían….?

Continuará...

Como homenaje personal.. y ya que Youtube no me deja incrustar el video en el blog...

Os dejo un link de algo maravilloso...

http://www.youtube.com/watch?v=DeWsZ2b_pK4